El lateral que aprendió a jugar
El francés sostiene que Guardiola le ha enseñado un universo táctico que desconocía
LUIS MARTÍN - Barcelona - 07/01/2011
El pasado verano, en uno de esos encuentros con entrenadores que organiza la UEFA, Josep Guardiola coincidió con Didier Deschamps en el desayuno. Entre zumos y bollería de hotel, el actual entrenador del Olympique de Marsella le habló de Abidal, al que tuvo a sus órdenes cuando era entrenador del Mónaco. "¿Le has visto jugar de central? Es buenísimo", le dijo el francés a Guardiola, que volvió a Barcelona dándole vueltas al tema. Gracias al hombre que levantó la Copa de campeón del Mundo en Francia 98, y empujado por las circunstancias, Guardiola le ofreció a Abidal la posibilidad de jugar en el eje de la defensa, demarcación que ocupó en los tres primeros partidos de esta temporada.
La progresión de Abidal ha sido espectacular desde que llegó al Barcelona el verano de 2007 procedente de Lyon. Considerado el mejor lateral izquierdo del Mundial 2006, apodado el keniano por su tremenda fortaleza física -"es un animal", suele decir cariñosamente Xavi- no pasaba de ser un buen defensa, tan rocoso como poco productivo con el balón. Hasta que Guardiola se cruzó en su camino.
Aunque de entrada, Abi, como se le conoce en el vestuario, casi le arranca la cabeza al técnico. Al final de uno de los primeros entrenamientos, el francés se fue a por él, recriminándole el tono con el que le estaba dando instrucciones. "Yo tengo una familia, tengo hijos, tengo casi 30 años", le dijo indignado. "Fue un malentendido. Lo tomé mal porque no le conocía, no sabía que era su manera de comunicarse". A partir de ahí creció una relación muy especial. Tan especial como el propio Abidal un tipo tan querido en el vestuario del Barcelona que la noche de reyes, después de marcar el gol que clasificó al Barça para los cuartos de final de la Copa, fue recibido en el vestuario con un pasillo. "No le manteamos porque el techo era muy bajo", explicó Guardiola. En San Mamés celebró su primer gol con el Barcelona en 124 partidos, el tercero de su carrera. Lo festejó él y, muy especialmente, los ocho mil seguidores adscritos a la página de Facebook Queremos celebrar el primer gol de Abidal en el Barça.
Guardiola suele decir cuando se le pregunta por Abidal que se trata de un tipo "acojonante". ¿Y como futbolista? "Enorme. Le daría las gracias cada día a Txiki por haberlo traído", responde el entrenador, que señala al francés como el más rápido y el más fuerte de sus defensas. "Y, además, una esponja tácticamente hablando". "Guardiola te da los caminos y eso nunca me había pasado. En el entrenamiento, te dice: 'Hazlo así'. Y piensas. ¿Por qué querrá que hoy haga esto? Entonces, empieza el partido, haces lo que te ha dicho y ¡funciona, siempre funciona!".
Abidal reconoce que, desde que trabaja con Guardiola, en el campo piensa menos. "Antes cogía el balón y pensaba: 'A ver qué hago'. Pero ahora, tácticamente he entendido muchas cosas, así que cuando recibo ya sé lo que necesita el equipo, ya sé cuál es la mejor solución".
Si en el campo da mucho, como lateral casi siempre o como central cuando se le requiere, en el vestuario es una inyección de alegría diaria. "No le recuerdo un sólo día de mal humor. Es una suerte tenerle en el equipo, un regalo", asegura Piqué, que suele ser objeto de sus bromas. "Ríe, canta, baila, imita a uno, imita a otro... no para. Y siempre para generar buen rollo", dicen los que mejor le conocen en el equipo de trabajo de Guardiola. "¿Para qué trabajar de mal humor si podemos hacerlo contentos?", se pregunta Abi. Y sonríe, claro.
El Betis pide al Barça jugar la ida de la Copa en Sevilla
El francés sostiene que Guardiola le ha enseñado un universo táctico que desconocía
LUIS MARTÍN - Barcelona - 07/01/2011
El pasado verano, en uno de esos encuentros con entrenadores que organiza la UEFA, Josep Guardiola coincidió con Didier Deschamps en el desayuno. Entre zumos y bollería de hotel, el actual entrenador del Olympique de Marsella le habló de Abidal, al que tuvo a sus órdenes cuando era entrenador del Mónaco. "¿Le has visto jugar de central? Es buenísimo", le dijo el francés a Guardiola, que volvió a Barcelona dándole vueltas al tema. Gracias al hombre que levantó la Copa de campeón del Mundo en Francia 98, y empujado por las circunstancias, Guardiola le ofreció a Abidal la posibilidad de jugar en el eje de la defensa, demarcación que ocupó en los tres primeros partidos de esta temporada.
La progresión de Abidal ha sido espectacular desde que llegó al Barcelona el verano de 2007 procedente de Lyon. Considerado el mejor lateral izquierdo del Mundial 2006, apodado el keniano por su tremenda fortaleza física -"es un animal", suele decir cariñosamente Xavi- no pasaba de ser un buen defensa, tan rocoso como poco productivo con el balón. Hasta que Guardiola se cruzó en su camino.
Aunque de entrada, Abi, como se le conoce en el vestuario, casi le arranca la cabeza al técnico. Al final de uno de los primeros entrenamientos, el francés se fue a por él, recriminándole el tono con el que le estaba dando instrucciones. "Yo tengo una familia, tengo hijos, tengo casi 30 años", le dijo indignado. "Fue un malentendido. Lo tomé mal porque no le conocía, no sabía que era su manera de comunicarse". A partir de ahí creció una relación muy especial. Tan especial como el propio Abidal un tipo tan querido en el vestuario del Barcelona que la noche de reyes, después de marcar el gol que clasificó al Barça para los cuartos de final de la Copa, fue recibido en el vestuario con un pasillo. "No le manteamos porque el techo era muy bajo", explicó Guardiola. En San Mamés celebró su primer gol con el Barcelona en 124 partidos, el tercero de su carrera. Lo festejó él y, muy especialmente, los ocho mil seguidores adscritos a la página de Facebook Queremos celebrar el primer gol de Abidal en el Barça.
Guardiola suele decir cuando se le pregunta por Abidal que se trata de un tipo "acojonante". ¿Y como futbolista? "Enorme. Le daría las gracias cada día a Txiki por haberlo traído", responde el entrenador, que señala al francés como el más rápido y el más fuerte de sus defensas. "Y, además, una esponja tácticamente hablando". "Guardiola te da los caminos y eso nunca me había pasado. En el entrenamiento, te dice: 'Hazlo así'. Y piensas. ¿Por qué querrá que hoy haga esto? Entonces, empieza el partido, haces lo que te ha dicho y ¡funciona, siempre funciona!".
Abidal reconoce que, desde que trabaja con Guardiola, en el campo piensa menos. "Antes cogía el balón y pensaba: 'A ver qué hago'. Pero ahora, tácticamente he entendido muchas cosas, así que cuando recibo ya sé lo que necesita el equipo, ya sé cuál es la mejor solución".
Si en el campo da mucho, como lateral casi siempre o como central cuando se le requiere, en el vestuario es una inyección de alegría diaria. "No le recuerdo un sólo día de mal humor. Es una suerte tenerle en el equipo, un regalo", asegura Piqué, que suele ser objeto de sus bromas. "Ríe, canta, baila, imita a uno, imita a otro... no para. Y siempre para generar buen rollo", dicen los que mejor le conocen en el equipo de trabajo de Guardiola. "¿Para qué trabajar de mal humor si podemos hacerlo contentos?", se pregunta Abi. Y sonríe, claro.
El Betis pide al Barça jugar la ida de la Copa en Sevilla
El Betis, sumido en una grave crisis económica, quiere hacer caja en los cuartos de final de la Copa contra el Barça. El partido de ida está fijado para el 12 de enero en el Camp Nou. La directiva bética pedirá al Barça y a la federación que se juegue primero en el Benito Villamarín. Su argumento es que un marcador muy adverso en el Camp Nou mermaría la jugosa taquilla que espera obtener en Sevilla. Se da la circunstancia de que el partido de Segunda entre el Barça B y el Betis fue suspendido el 27 de noviembre por la lluvia. Acabó jugándose el 8 de diciembre a pesar de que el Barça pidió que se pospusiera al día 15. Guardiola quería utilizar a jugadores del filial en el intrascendente partido de la Champions, el día 7 contra el Rubin Kazan. El Betis y la federación rechazaron la solicitud del Barça.
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