MVP
Sin cuatro, a siete
El Barça golea en Mallorca pese a las bajas y aumenta la diferencia tras el pinchazo del Madrid
Mientras el Barça volaba de vuelta a casa entre risas tras el 0-3 de Mallorca, el Madrid abandonaba Riazor cabizbajo (0-0), con el gesto roto, y la sensación de haber vuelto a perder la Liga de vista. Las cuentas de la lechera le han durado dos semanas. El Barça ha vuelto a escaparse. Sin cuatro titulares (Valdés, Puyol, Xavi y Alves), ya está otra vez a siete puntos y todas las dudas que quisieron trasladar al Camp Nou han regresado al Bernabéu como un doloroso bumerán. Un gran palo.
El Deportivo siguió el camino de Mallorca, Levante, Almería y Osasuna, los peores enemigos del Madrid, y le birló los puntos que daba por sumados. Bueno, el peor es el Barça que, además de la manita, anda jugando con él al gato y al ratón. Justo ahora cuando se habían hecho ilusiones de pillarle, ha vuelto a escurrirse. El desgaste psicológico es terrible. Ayer, encima, estuvo muy cerca de ganar, pero la desgracia le persiguió. Mourinho volvió a quejarse y hablar de esa mano negra, o más bien azulgrana, que mece los horarios a gusto del Barça. La presión de jugar después no la lleva bien. También sembró dudas sobre la intensidad del Depor como ya hizo con el Sporting.
MESSI, VILLA Y PEDRO / El Barça sí cumplió con el papel que le corresponde como el líder que es. Laudrup no pudo incordiarle como en el Camp Nou. Lo intentó y ahí estuvo, complicándole la vida un buen rato, pero al final, Guardiola y los suyos siguieron con su ritmo de apisonadora. Lejos del Camp Nou es un torbellino que arrasa por donde pasa. Solo Gijón se libró de ese torbellino, y fue suficiente para que algunos ya esparcieran dudas. Un empate en medio de 11 victorias fuera, 34 puntos sobre 36. Una barbaridad. Total, que el Barça lleva más de un año sin perder fuera. Desde el 14 de febrero en el Calderón. Así que por este camino se va al título.
Messi, Villa y Pedro, por este orden, como si respetaran la jerarquía de cada uno en el equipo, resolvieron uno de esos partidos que, antes de empezar, no tienen buena pinta. Y así empezó, entre dudas. Era fácil que mucho culés cayeran en la tentación de echar de menos a los ausentes, por más que uno de los suplentes, Keita, estuviera por encima de casi todos. Pero fue él precisamente quien, como si quisiera ponerse en el sitio de Xavi, inventó una asistencia excepcional en el 0-1.
Lo más difícil estaba hecho y, a partir de ahí, el Barça se sacó un peso de encima. En la distancia, en cambio, todos aquellos que llevaban días preguntándose qué sería del líder sin cuatro de sus piezas clave, recibieron la respuesta que menos deseaban. Porque, en el fondo, esa pregunta escondía el deseo de que las acusara y poder titular que el Barça sin Xavi no tiene cerebro o alguna cosa por el estilo. Pues no.
El que siempre está y no hay forma de que descanse es Messi. Ayer, con el 0-3, Guardiola le preguntó si quería que lo cambiara. Una pregunta innecesaria porque todo el mundo sabe la respuesta. Y él, mejor que nadie. Pero lo intentó. Messi, claro, le dijo que no, y Pep no pudo evitar una sonrisa. Quien sí pidió el cambio fue Adriano, con molestias físicas, una película repetida que, eso sí, propició una buena noticia. El debut de otro joven de la casa: Martín Montoya, de 19 años. Él vivió su gran día y el Barça B no notó su ausencia. Ganó 4-6 en Soria. La fábrica no para. Y el Barça, tampoco
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