Sunday, 27 February 2011

Noche redonda, el Barça da otra lección al Madrid




Noche redonda, el Barça da otra lección al Madrid
Josep Maria Casanovas

OTRA VEZ A 7 PUNTOS. Noche redonda para el Barça. Gana en Mallorca con claridad mientras que el Madrid sufre un grave tropiezo en La Coruña y se deja dos puntos que pueden ser decisivos. Empate de impotencia, empate de frustración, empate dramático para los blancos que ven otra vez como el líder se escapa a siete puntos. Los de Mourinho con todos sus efectivos no pasaron del cero a cero en Riazor, los de Guardiola con cuatro bajas de peso demostraron que son mucho mejores. De todos modos, que nadie cometa la ligereza de decir que la Liga está sentenciada, el miércoles los barcelonistas juegan en Valencia donde van a tener otra prueba de fuego. Eso sí, siete puntos es una ventaja importante que tienen que saber rentabilizar.

EL BARÇA NO FALLA. Salieron al campo dormidos, lentos, sin garra, como si no se jugaran nada en el lance. No parecía el Barça. No era un problema causado por las bajas, fallaba la actitud, como si los jugadores estuvieran desenchufados. Esta pájara duró medio hora y la suerte es que el Mallorca nunca se creyó que podía ganar el partido. Todo cambió cuando Messi, siempre Messi, se puso las pilas y se inventó un gol de cabeza que fue el principio del fin del equipo de Laudrup. La segunda parte ya fue otra historia, la superioridad del líder fue total dejando claro que hay plantilla para superar los contratiempos. La contundencia con que se ganó al Mallorca es un golpe de autoridad muy importante ya que coincide con el día en que el Madrid no pasó de un triste empate que sabe a derrota.

EL MADRID SE ESTRELLA. Cuando Mourinho se queja del calendario, señal de que su equipo no da la talla. Tenían la obligación de ganar en Riazor para no perder la rueda del Barça y se estrellaron ante un Depor que sólo jugó a defenderse. Dominaron totalmente la segunda parte y fueron incapaces de marcar un gol. El Madrid no es un equipo, es un grupo de buenos jugadores donde cada uno quiere resolver por su cuenta. De nada sirvió jugar con Cristiano, Benzema, Adebayor y Di María juntos, un rival ordenado y expeditivo en defensa les cortó las alas. Mourinho estaba cabreado porque no puede entender como teniendo ocho ocasiones de gol no son capaces de culminar ni una. Florentino con cara de pocos amigos no pudo celebrar ninguno en el palco. El Barça y Messi les tienen comida la moral.

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