0-1: El Barça consigue una sufrida e importante victoria ante el Valencia
Con once inicial un tanto especial, los de Pep Guardiola se vieron envueltos, en los primeros 15 minutos de juego, en una espiral de intensidad y presión valencianista parecida a la vivida en la primera parte del partido de ida en el Camp Nou. Con una defensa de tres compuesta por Piqué, Abidal y Busquets, los azulgrana tuvieron que hacer frente a las constantes embestidas de los "ché" y relegando su papel de dominador del juego. Tan sólo Messi, a los diez minutos, pudo romper ese guión al aprovechar un rechace y disparar contra Guaita en tres ocasiones. Ninguna entró.
Messi y Villa perdonan
Poco a poco, el equipo culé fue comiendo terreno a los valencianistas que empezaron a retroceder y a ceder el control del juego y de la posesión del balón a los azulgranas. Volvía a aparecer el guión se siempre, aunque los contragolpes de los de Emery, reducidos significativamente, seguían creando peligro. Adriano, como carrilero, lo intentó en dos ocasiones convirtiéndose en uno de los jugadores que más veces atentó contra la portería de Guaita en la primera parte, aunque sin suerte alguna. Pero la ocasión por excelencia, y con la que Mestalla resopló de alivio, la tuvo Messi a la media hora de juego cuando el argentino superaba a Guaita con una espléndida vaselina, pero el balón se iba por encima del larguero. Se lamentaba la "Pulga" por la clara ocasión perdida, pero no iba a ser la única. Diez minutos después era Villa quién desperdiciaba otra ocasión al impactar el balón en el pecho del guardameta ché, provocando que los azulgrana se fueran al descanso con un regusto amargo.
Avisa Soldado
El partido se reanudó con la misma intensidad mostrada en la segunda, sumada a las ganas de ambos equipos por poner el marcador a su favor. El que tuvo la primera ocasión fue el Valencia que, con un peligroso contragolpe, ponía en alerta a la precaria defensa culé. El disparo demasiado cruzado de Soldado evitaba el primer gol ché. Esta ocasión dio alas a los valencianistas que empezaron a venirse arriba. Buena muestra es el disparo de Pablo Hernández a los pocos minutos. El Barça empezó a ver las orejas al lobo por lo que Messi, dos minutos después, también lo intentaba con un disparo cruzado que salía rozando el palo derecho.
Gol aliviador de Messi
A partir de ahí los ánimos se empezaron a calentar en exceso, provocando sendas cartulinas amarillas para Messi, por protestar, y Pablo por un agarrón a Iniesta. A partir de ese momento se sucedieron todo tipo de ocasiones por parte de ambos equipos, aunque el partido se volvió algo tosco. Las tantas ocasiones perdidas empezaron a mermar en los ánimos, tanto de los jugadores como en los aficionados. El resultado era imprevisble, cualquiera podría marcar visto el ritmo impuesto al partido. Pero la balanza se decantó del lado azulgrana. En el minuto 75, Leo Messi disparaba al primer palo tras la asistencia de Adriano, y pese a que Guaita tocaba el balón, finalmente entraba al fondo de las mallas. Suspiros de alivio en el banquillo azulgrana.
Quedaban 15 minutos por delante para que el Valencia reaccionara. En ese tiempo, Busquets vio una amarilla que le priva de estar ante el Zaragoza este fin de semana. El Barça duerme a diez puntos del Real Madrid.
Messi y Villa perdonan
Poco a poco, el equipo culé fue comiendo terreno a los valencianistas que empezaron a retroceder y a ceder el control del juego y de la posesión del balón a los azulgranas. Volvía a aparecer el guión se siempre, aunque los contragolpes de los de Emery, reducidos significativamente, seguían creando peligro. Adriano, como carrilero, lo intentó en dos ocasiones convirtiéndose en uno de los jugadores que más veces atentó contra la portería de Guaita en la primera parte, aunque sin suerte alguna. Pero la ocasión por excelencia, y con la que Mestalla resopló de alivio, la tuvo Messi a la media hora de juego cuando el argentino superaba a Guaita con una espléndida vaselina, pero el balón se iba por encima del larguero. Se lamentaba la "Pulga" por la clara ocasión perdida, pero no iba a ser la única. Diez minutos después era Villa quién desperdiciaba otra ocasión al impactar el balón en el pecho del guardameta ché, provocando que los azulgrana se fueran al descanso con un regusto amargo.
Avisa Soldado
El partido se reanudó con la misma intensidad mostrada en la segunda, sumada a las ganas de ambos equipos por poner el marcador a su favor. El que tuvo la primera ocasión fue el Valencia que, con un peligroso contragolpe, ponía en alerta a la precaria defensa culé. El disparo demasiado cruzado de Soldado evitaba el primer gol ché. Esta ocasión dio alas a los valencianistas que empezaron a venirse arriba. Buena muestra es el disparo de Pablo Hernández a los pocos minutos. El Barça empezó a ver las orejas al lobo por lo que Messi, dos minutos después, también lo intentaba con un disparo cruzado que salía rozando el palo derecho.
Gol aliviador de Messi
A partir de ahí los ánimos se empezaron a calentar en exceso, provocando sendas cartulinas amarillas para Messi, por protestar, y Pablo por un agarrón a Iniesta. A partir de ese momento se sucedieron todo tipo de ocasiones por parte de ambos equipos, aunque el partido se volvió algo tosco. Las tantas ocasiones perdidas empezaron a mermar en los ánimos, tanto de los jugadores como en los aficionados. El resultado era imprevisble, cualquiera podría marcar visto el ritmo impuesto al partido. Pero la balanza se decantó del lado azulgrana. En el minuto 75, Leo Messi disparaba al primer palo tras la asistencia de Adriano, y pese a que Guaita tocaba el balón, finalmente entraba al fondo de las mallas. Suspiros de alivio en el banquillo azulgrana.
Quedaban 15 minutos por delante para que el Valencia reaccionara. En ese tiempo, Busquets vio una amarilla que le priva de estar ante el Zaragoza este fin de semana. El Barça duerme a diez puntos del Real Madrid.
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