De Yokohama a Ponferrada
El Barça de Guardiola busca el título número 13 y el Madrid debuta mañana en la Copa
JOAN DOMÈNECH - YOKOHAMA – Lunes, 12 de diciembre del 2011
Hace ya un tiempo, concretamente desde que llegó Guardiola al Camp Nou, que la jerarquía en el fútbol español, europeo y, por supuesto, mundial, ha cambiado. Pero no ha sido un cambio cualquiera. Basta repasar, por ejemplo, la agenda inmediata del Barcelona y el Madrid en esta semana, horas después de acabarse el clásico con el rondo de siempre. Uno, el equipo de Guardiola, sin tiempo apenas para disfrutar de su espectacular triunfo, se subió a un avión y ya duerme desde ayer en Japón buscando su corona número 13. El Madrid, en cambio, tiene un asunto más cotidiano porque debe preparar su debut mañana en la Copa del Rey ante la Ponferradina, equipo de la Segunda División B.
Unos juegan para ceñirse la corona mundial, otros, sin embargo, pelean para pasar la primera ronda copera. Mientras Guardiola está en Yokohama estudiando vídeos del Al Sadd, el rival catarí en la semifinal del Mundial de clubs, mirando de reojo al Santos de Neymar, Mourinho conocerá mañana Ponferrada, la capital del Bierzo leonés. El Madrid pisará El Toralín, un campo reformado para acoger a 8.500 espectadores, y el Barça debutará el jueves en el estadio de Yokohama, que albergó la final del Mundial 2002 entre Brasil y Alemania, con dos goles de Ronaldo, el extraterrestre.
«¿Vio esto Muricy?»
Convertido ya en un equipo inmortal -ha logrado 12 de los 15 títulos que ha disputado-, el Barça de Guardiola no se detiene. Viaja a toda velocidad, sin sentir mareos, pese a que lleva mucho tiempo en la cumbre. Y no se cansa. Ahora, resuelto el clásico con la solvencia que acostumbra desde que el técnico de Santpedor pisó el Camp Nou en el verano del 2008, solo piensa en ganar un nuevo título.
«¿Vio esto Muricy?», le preguntaba el diario O Globo en su web al técnico del Santos. Claro que lo vio. Muricy Ramalho lleva meses sin perderse ni un partido del Barcelona, con quien espera cruzarse el domingo en la final del Mundial de clubs. Se colocó delante de la pantalla del ordenador para seguir, a través de internet, el clásico. Vio lo que tantas veces ha visto, pero ni así deja de sorprenderle.
«El 1-3 me parece corto, cada vez que veo al Barça juega mejor», confesó el técnico del Santos en una entrevista a Radio Estadão/ESPN. Aunque dos clubs brasileños (Sao Paulo en 1992 ante el dream team e Inter de Porto Alegre en el 2006 con el Barça de Rijkaard) impidieron a los azulgranas lograr su primera corona mundial, Ramalho no se fía. «El Real hace lo que todos intentan: presionar al Barça desde el inicio. Pero al poco tiempo, impuso su ritmo y jugó como quiso». Ramalho vio lo que Mourinho sigue sin ver aún.
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